La estadística es una rama de las matemáticas que se encarga del análisis de datos. Los datos pueden ser de cualquier tipo: números, letras, símbolos, etc. La estadística trata de organizar, resumir y analizar estos datos para sacar conclusiones útiles.
Por ejemplo, la estadística se puede utilizar para analizar los resultados de un examen y sacar conclusiones sobre el rendimiento de los alumnos. También se puede utilizar para analizar datos climáticos y predecir el tiempo. La estadística se utiliza en muchos ámbitos, desde la medicina hasta la economía, y es una herramienta muy útil para tomar decisiones.
La estadística se divide en dos grandes áreas: la descriptiva y la inferencial. La estadística descriptiva se encarga de recopilar, organizar, resumir y representar los datos. La estadística inferencial se encarga de sacar conclusiones a partir de los datos. Por ejemplo, si analizamos los datos de un examen podemos sacar conclusiones sobre el rendimiento de todos los alumnos de la clase.
En la estadística, los datos se dividen en variables y observaciones. Las variables son los datos que se van a analizar. Las observaciones son los valores que toman las variables. Por ejemplo, en un estudio sobre el rendimiento académico, la variable sería el rendimiento y las observaciones serían los valores que toma el rendimiento (notas de 0 a 10).
En la estadística, las observaciones se dividen en muestras y poblaciones. Las muestras son un conjunto de observaciones seleccionadas de una población. Las poblaciones son todas las observaciones posibles de una variable. Por ejemplo, si queremos estudiar el rendimiento de los alumnos de una clase, la población serían todos los alumnos de la clase y la muestra sería un conjunto seleccionado de alumnos (por ejemplo, los que hayan sacado una nota igual o superior a 7).
Para estudiar una variable, lo primero que se suele hacer es recopilar datos. Esto se puede hacer de muchas maneras: mediante encuestas, observación directa, análisis de datos existentes, etc. Una vez recopilados los datos, se pueden organizar de muchas maneras: en tablas, en gráficas, en histogramas, etc. También se pueden resumir mediante estadísticas básicas como la media, la moda o la mediana. Y finalmente se pueden analizar para sacar conclusiones útiles.
La estadística es una herramienta muy útil para el análisis de datos. Se puede utilizar para sacar conclusiones sobre una variable, para predecir el valor de una variable o para tomar decisiones. La estadística se divide en dos grandes áreas: la descriptiva y la inferencial. La estadística descriptiva se encarga de recopilar, organizar, resumir y representar los datos. La estadística inferencial se encarga de sacar conclusiones a partir de los datos. En la estadística, los datos se dividen en variables y observaciones. Las variables son los datos que se van a analizar. Las observaciones son los valores que toman las variables. En la estadística, las observaciones se dividen en muestras y poblaciones. Las muestras son un conjunto de observaciones seleccionadas de una población. Las poblaciones son todas las observaciones posibles de una variable. Para estudiar una variable, lo primero que se suele hacer es recopilar datos. Esto se puede hacer de muchas maneras: mediante encuestas, observación directa, análisis de datos existentes, etc. Una vez recopilados los datos, se pueden organizar de muchas maneras: en tablas, en gráficas, en histogramas, etc. También se pueden resumir mediante estadísticas básicas como la media, la moda o la mediana. Y finalmente se pueden analizar para sacar conclusiones útiles.
